La comercialización es uno de los mayores retos para el pequeño y mediano productor agropecuario. Principalmente porque en la cadena de comercialización hay un gran número de intermediarios, que devalúan el trabajo de los productores.
Existen diferentes formas de comercializar los productos del campo de forma alternativa, tales como: Vender en las propias fincas, envíos a domicilio, ventas online, entre otros. Con esto se busca el acercamiento directo de los potenciales consumidores a la oferta que hacen los productores. Las cadenas cortas de comercialización mejoran la retribución económica a los productores y la calidad de los productos que llegan a la mesa del consumidor ¡Del campo a la mesa!